Por Liliana Hesant*
Escrito en Jo’ (Mérida, Yucatán). 2023
La espera del público para comenzar una presentación, al menos para mí, siempre se convierte en un evento de emoción, adrenalina, temor, nervio, esperanza…
Este proyecto se ha sostenido gracias a una red de mujeres que han confiado en que lo que se desea compartir es importante para nosotras. Y me descubrí en varios momentos dudando de esta red.
Debo confesar que soy una persona bastante obsesiva con mis procesos, que me cuesta soltar y estoy en proceso de aprender a tener el camino más ligero, o al menos, menos pesado, y eso en definitiva tiene mucho que ver con la confianza que tengas en ti y en las redes que se tejen al momento de crear un proyecto.
Este proyecto además de generar otros pensamientos igual de importantes, me dejó con la plena convicción de confiar en las redes, confiar en que llegará la manada, que el llamado es importante también para ellas y que el encuentro sucederá.
La función en Tecoh fue bellísima. Primeramente porque el espacio que tiene la maestra Socorro Loeza se ha construido desde un cuidado infinito, al llegar te encuentras con una barda llena de una planta llamada cundeamor… mucho amor en ese espacio.
Pasó la función, confié en las redes, las mujeres llegaron… pienso mucho en mi ritmo que debo aprender a controlar… porque sé que así disfruto más…
Al final de la presentación comimos pizza y se generó otro espacio de encuentro, ¡el encuentro entre mujeres es potente! (quiero hacer un proyecto de puros encuentros entre mujeres…)
Cuánta dicha pasar por estos espacios, llenos de cundeamor…
Continuará…