Por Cecilia Arrascaete – Santa Cruz, Patagonia Argentina.

Algo de diario íntimo, algo de germen, gestación. Aeón fue mi primer creación como coreógrafa, mi primer solo en danza el cual también interpreté. Me reencuentro con los primeros ensayos: alquilaba una sala y exploraba, me frustraba, volvía a empezar. Anotaba, a modo de registro, de captura breve, algún trazo que resonara en los ensayos. Pasaron los años y las anotaciones siguieron, a veces más poéticas, a veces más técnicas. Hoy repaso algunos de esos escritos y releo. La persistencia, insistir ahí donde antes no había nada
-creía yo- era convocar al deseo. Pero algo ya había. Componer fue entonces desplegar y borrar los límites entre el adentro y el afuera.
Selecciono algunos fragmentos y los suelto aquí como quien arroja una botella al mar para que lleguen esas ondas que resuenan a quien le tenga que llegar.

07/07/16
Se trata de abordar un cuerpo tensionado por los planos terrenales y celestiales, una iniciación, un cuerpo que descubre que hay fuerzas de la naturaleza que son sus dioses. En el ensayo surgieron nuevos surcos, caminos inexplorados: se trata de un DESPERTAR, pero… ¿a qué, a quién, desde dónde?
El cuerpo está en total quietud, es una masa amorfa. Pero esa presencia habla por sí misma, sólo con estar. Se expresa en sus curvas. Paisaje. Montañas.
El sacro es jalado. Todo comienza desde ahí. Nada se mueve excepto este hueso, por lo tanto, hay que ir a lo óseo. Desde ahí comienza todo. El sacro fue llevando a un cuerpo de lombriz, a un cuerpo que se arrastra y le da paso al reptil. Es un despertar, un llamado de la tierra a sus criaturas, un pasaje por la evolución que comienza desde el sacro.
Entre la lombriz y el reptil hay rectitud, arcos, serpientes. Me abismo.
Estos seres fueron apareciendo solos. Desde los codos surgió la mantis. La mantis piedra, la tierra volviéndose insecto.

De la mantis van a salir los brazos. La cabeza hacia atrás. No puede haber cabeza ni forma humana reconocible. Los brazos extendidos, los dedos aparecen.
Quietud. El salto súbito. Algo jala con fuerza. El cuerpo no puede estar erguido, ahora pasa de las garras a la espiral. Está de pie ¿Qué otra cosa hacer? Puede moverse, pero sólo con la danza como pregunta, como inquietud. La cabeza vuelta hacia atrás volverá a aparecer desde un rostro máscara. En esa transformación evolutiva un ¿espíritu, un demonio, un ser? la toma. Toma su cara y se manifiesta. Avanza. Hasta que el rostro se desdibuje. Hasta que ya no quede nada.

13/09/16
Nuevos ensayos. Pasó tiempo. Esta pequeña pieza fue encontrada por su nombre: Aeón/Eón (medida de tiempo, era geológica, dios de la eternidad).
Eón despierta (ella despierta para saber que el cuerpo es la forma de un territorio habitado). Ella (it, no tiene género) es la tierra. Pasa por 4 fases o etapas, 4 medidas de tiempo:
 El despertar/tierra/lombriz. El llamado, lo curvo. Manos pegadas a los costados del cuerpo. No hay separación posible.
 El despertar/mantis. Estos seres (la lombriz, la mantis) volvieron a aparecer siempre en los ensayos. De reptil ya no hay rastros. Con la mantis se pasa a un plano medio, de los codos salen los brazos. El rostro no se ve. Los movimientos son intermitentes.
 El despertar garra/fiera/espiral: da un gran salto y todo es sorpresivo. Mira hacia arriba (la luna, los cielos) toma algo de la fuerza celestial y eso la hace subir con fuerza. Al estar de pie no puede estar quieta porque no conoce ese tiempo estando de pie. La espiral la toma.
 El despertar como regreso: hay un descubrimiento (asumir una máscara). Avanzar creando/construyendo un cuerpo que baja a las profundidades nuevamente, elige volver, pero en este regresar a la tierra el cuerpo no puede tener la misma posición. Regresa a la tierra boca arriba, camina el cielo.

Las fases del eón se repiten eternamente, puede desde la tierra volver a comenzar. Con desplazamientos, con devenires otros. Algo la jala, desde el abdomen. El rostro asume máscaras. Camina lento hacia atrás planteando nuevos recorridos.
Hoy hubo encuentro con la pared. Ir hacia la profundidad, el encuentro con la textura, con la materia.

2017: Quedé en las Residencias Creativas Brote. Aeón tomó forma. Potenció muchísimo la mirada de las compas, sus devoluciones y empezar a ensayar con música en vivo con Mati Gowland. Empezaron a aparecer otras potencias.
Ya no hay mantis, de tanto pasar por el cuerpo van surgiendo cosas nuevas y otras ya no dialogan con las búsquedas por donde iba. Es una criatura de otro planeta. Me parece que está yendo para un lugar de ciencia ficción danzada.
Hay más claridad en el espacio: va a trazar una espiral, ese es su recorrido. Me imagino al público dispuesto de manera semicircular. Aparecieron voces.

De mí salió el sonido
de un desierto
tan lejos.
La distancia no separa
cada voz clama por otra
en la oscuridad

Gira por la Patagonia 2018-2019
Hace dos días regresé de una gira de un mes y medio por el sur. Estuve presentando Aeón y brindando intensivos en danza butoh. Vengo de convivir intensamente con la obra y percibo que aún así hay material para seguir trabajando y puliendo. En el hacer de las funciones pude encontrar aspectos nuevos, fragmentos que me inquietaron y me entusiasmaron para continuar profundizando. La energía del público aporta el condimento elemental.
Durante todo el año pasado estuve presentando Aeón en diferentes ciclos y espacios, por un lado, fue un impulso motivador para continuar moviendo la obra y metiéndole al cuerpo, pero a la vez algo de entrar en el ritmo de la repetición y del entrenamiento no me daba tiempo para decantar toda la información de ese hacer. ¿En qué momento “parar la máquina” para reflexionar sobre la propia danza?

Aeón es mi primer solo de danza butoh, lo primero que dirijo. Es una instancia difícil la del “desdoblamiento” entre el afuera que se auto-observa y el adentro que baila. Y justamente es difícil o más bien compleja esa relación porque no hay una división absoluta entre ambos roles. ¿Cómo danzar y componer al mismo tiempo? ¿Cómo observar (se) más allá del registro fílmico?
Percibo que esta instancia de pensar en voz alta la obra, de revisarla y ponerla en cuestión y en diálogo puede ser muy productiva y enriquecedora para no sólo “pulir” detalles, sino para reencontrarme con Aeón desde otro lugar desde el cual pueda observarme con una mirada extrañada. Volver a percibirme para
sentirme interpelada por aquello que desconozco de mí y sin embargo me danza.

2019

1: El despertar: Un cuerpo acostado en el centro del escenario. La música constante del sintetizador y la luz cenital cálida comienzan a jalarlo, a levantarlo desde el sacro muy lentamente. Hasta llegar a estar en pie pasará una eternidad.

2: Pequeño caos: Una vez en pie el cuerpo es atravesado por fuerzas que desconoce. Abre el espacio yéndose hacia la profundidad con movimientos entrecortados y temblores.

3: Transformación: Después de la tormenta su rostro no es el mismo. Asume una máscara que forma con sus manos y desde este lugar observa todo. Su cuerpo se dobla e inclina hacia adelante. Se transforma y avanza en línea recta hacia las piedras. El sonido es el del desierto.

4: Las piedras: Llega hacia las piedras. Silencio total. Este es el encuentro con la materia. Las toca, las huele. Las devora. Irá comiendo las piedras, llenará su boca con ellas hasta transformar su rostro. Después las piedras van a ir cayendo una a una porque ya no entran más. Eso hace que de a poco se vaya incorporando.

5: Lluvia y tempestad: De cara al público la música del sintetizador crea una sonoridad de gotas. Es la lluvia y ella recibe con las palmas abiertas la tempestad. Hasta que el caos vuelve a tomar la escena.

6: Regresar: Como si la existencia de este ser acabara en este plano, comienza a sonar una melodía en el piano y todo se calma. Algo empieza a jalarla desde la espalda y se va caminando lentamente hacia atrás mirando al público. El rostro se humaniza. La oscuridad va cubriendo todo lentamente.

2020: Aeón fue seleccionado por Prodanza. Por la pandemia no pudimos regresar a las salas así que lo transformamos en una pieza audiovisual. Creo que llegó a su máximo despliegue:
https://vivamoscultura.buenosaires.gob.ar/home/182-vivamoscultu/contenido/24919-aeon-pc